María Eugenia Baptista Zacarías: ¿Cómo funcionan los alimentos constructores?

Los alimentos constructores tienen entre sus principales funciones construir nuevos tejidos y moléculas, de allí la importancia de su consumo en las distintas etapas de nuestra vida, especialmente en una dieta saludable y balanceada.

Los alimentos constructores, también conocidos como plásticos, contienen proteínas y minerales en su composición y brindan sustancias necesarias, como los aminoácidos, los cuales permiten la formación y desarrollo de los músculos, huesos, la piel, tendones, ligamentos, articulaciones e, incluso, la sangre.

Además, permiten reparar aquellas partes de nuestro cuerpo que sufrieron algún daño por un golpe o una herida y evitar la pérdida de masa muscular durante el envejecimiento. No en vano, los alimentos constructores son claves en el embarazo, así como en la dieta de los atletas, personas que padecen enfermedades, recién operadas o de edad avanzada.

Aunado a lo anterior, favorecen la elasticidad de algunos de los tejidos de nuestro cuerpo, por lo que facilita la acción de contracción y estiramiento de órganos como los pulmones o el útero, y también ayudan a formar anticuerpos y algunas células del sistema inmune como los linfocitos o los macrógafos, protegiéndonos de virus y bacterias.

Igualmente, los alimentos constructores son necesarios para las síntesis de ciertas hormonas que permite la comunicación entre las células, los tejidos y los órganos, como la insulina, el glucagón, la hormona antidiurética o la hormona del crecimiento.

¿Cuáles son los principales alimentos constructores?

  • Huevos: Pese a la mala fama que años atrás tenían, los huevos son considerados uno de los alimentos más sanos y nutritivos, ya que aportan proteína, vitaminas, minerales, antioxidantes y grasas saludables, especialmente su clara.
  • Pescado: Brinda los aminoácidos esenciales necesarios para nuestro organismo, además es fuente de otros nutrientes como el zinc, yodo, selenio o fósforo y es rico en ácidos grasos omega 3.
  • Carne blanca o magra: Este tipo de carne otorga a nuestro cuerpo una cantidad significativa de proteínas y, lo mejor de todo, es baja en grasas, a diferencia de las carnes rojas o procesadas.
  • Legumbres: Entre los alimentos constructores de origen vegetal más beneficiosos se encuentran las legumbres, específicamente los garbanzos, las lentejas, las habas, los frijoles o la soja, los cuales representan una excelente fuente de proteínas que puede ser incorporada en cualquier dieta saludable, más allá de las veganas o vegetarianas.
  • Lácteos: Los lácteos de origen animal como el queso, el yogur, o la mantequilla, contienen un alto porcentaje de aporte proteico, aminoácidos esenciales y algunos micronutrientes. Estos alimentos además favorecen el desarrollo de los huesos por su contenido de vitamina D, calcio, fósforo, zinc y vitamina K.
  • Frutos secos y semillas: Los frutos secos como las nueces, las almendras, los manís, los pistachos y las avellanas, así como las semillas de calabaza, lino, sésamo o girasol poseen una mayor cantidad de proteínas y aceites saludables en su composición. Aunado a esto, su consumo regular se relaciona con una menor mortalidad y un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias, diabetes o algunos tipos de cáncer.

 

Con información de Mejor con Salud y Tuinfo Salud

Fotos cortesía de Mia Revista y Mejor con Salud