María Eugenia Baptista Zacarías: La importancia de la hidratación para el cuidado de nuestro cerebro


El agua representa un 75 % de la masa cerebral, de allí la importancia de mantenernos hidratados para potenciar y desarrollar al máximo nuestras capacidades cognitivas.

Según un informe científico del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), un descenso de tan sólo un 2% de agua en nuestro cuerpo, puede causar la pérdida momentánea de memoria y disminución significativa de atención. Mientras que si se llega a un nivel de deshidratación del 3%, pueden aparecer fuertes dolores de cabeza, alteraciones en las destrezas mentales y físicas y desorientación temporal y espacial.

¿Cómo funciona el agua en nuestro cuerpo?

El agua desempeña diversas  funciones vitales dentro de nuestro organismo. Una de ellas es transportar y distribuir los nutrientes esenciales para nuestras células, como minerales y vitaminas.

Además, elimina las toxinas que producen nuestros órganos, regula nuestra temperatura corporal, contribuye al proceso digestivo y actúa como lubricante de las articulaciones.

¿Cómo pierde agua nuestro organismo?

El cuerpo humano pierde agua a cada momento: cuando respiramos, sudamos, lloramos, orinamos o, incluso, evacuamos.

A través de estas acciones cotidianas, nuestro organismo elimine alrededor de entre 2 y 2,5 litros diarios de agua, y con ello, también perdemos nutrientes, electrolitos y vitaminas como: sodio, potasio, calcio y flúor.

¿Qué ocurre si no suministramos agua a nuestro cerebro?

Cuando el nivel de agua en nuestro cuerpo es bajo, la circulación de sangre se dificulta y, como consecuencia, nuestros órganos y músculos reciben un nivel menor de los nutrientes y de oxígeno.

Un ejemplo común del impacto de la falta de agua en nuestro cerebro es el dolor de cabeza de una resaca, el cual evidencia la deshidratación producto del alto consumo de alcohol. Esto genera, a su vez, lo que se conoce como un efecto dominó, pues conlleva a que las capacidades de razonamiento se ven afectadas, además de falta de concentración, cansancio, somnolencia, ansiedad, mareos, fatiga y en algunos casos, irritabilidad o cambios en el estado de ánimo.


¿En qué nos favorece el consumo de agua?

El órgano de nuestro cuerpo que más energía necesita es el cerebro, de allí la estrecha relación entre el agua y nuestro desarrollo cognitivo. Si tomas agua:

- Tu cerebro funciona más rápido, pues mejora tu concentración, memoria y demás capacidades cerebrales.

-  Te ayudan a equilibrar el estado de ánimo y las emociones.

-  Favorece la circulación de la sangre, por ende, la oxigenación y distribución de minerales y vitaminas en todo el cuerpo.

 Dormirás mucho mejor y tendrás un descanso más reparador para tu salud.

En sí, se trata de un recurso tan vital para nuestro cuerpo que una persona -a una temperatura normal y con una vida relativamente sedentaria- puede aguantar hasta un mes sin ingerir alimentos, pero solo entre 3 y 5 días sin consumir agua.

Consejos para mantener una correcta hidratación

-  No debes esperar a tener sed para tomar agua.

-  Bebe  al menos 8 vasos de agua al día para reponer las pérdidas de líquido en el cuerpo, especialmente si están en lugares con altas temperaturas.

-  Toma agua antes, durante y después de realizar cualquier actividad física.

Al salir de casa, lleva contigo una botella con agua mineral, de esta manera puedes hidratarte mientras estás en la calle.

-  Si tienes niños o adultos mayores bajo tu responsabilidad, ofréceles agua constantemente, pues son los principales grupos de riesgo expuestos a la deshidratación y no siempre alertan cuando sienten sed.

Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia también están en alto riesgo de deshidratación, por las necesidades y requerimientos del bebé son mayores, es por ello que se les recomienda beber alrededor de 3 litros de agua cada día.



Fotografías cortesía de El país de los jóvenes y Agenciade Noticias Andina.