María Eugenia Baptista Zacarías: ¿Cómo puede ser la alimentación perfecta?

Una de las principales preocupaciones de las personas al momento de tomar decisiones sobre su salud es determinar qué deben comer para mantener una alimentación balanceada, saludable. 

En esta etapa los individuos se concentrar en conocer cuáles alimentos engordan, cómo se cocinan, cuál es la cantidad recomendada de consumo y cuáles son los aportes energéticos de los alimentos para el cuerpo.

El secreto para alimentarse sanamente está en conocer la propia constitución y la condición física. Es importante recordar que cada persona es un individuo y por lo tanto una dieta se debe adaptar a las necesidades personales de cada quien. Aquí entra en juego la edad y las condiciones físicas del cuerpo. No es lo mismo un cuero de 20 años a uno de 30, 40 o 50. Es por ello que las personas, con el paso del tiempo, deben saber qué pueden consumir.

Además de la constitución física -que engloba estructura ósea, el color ojos y cabello, la altura- también se debe estar atento con la condición del temperamento, el estado de ánimo, la temperatura corporal y las rutinas diarias. 

Los estilos de vida también influyen en la forma como debemos alimentarnos.

Luego de conocer el cuerpo propio es preciso definir las metas que se quieren lograr con la alimentación. La comida perfecta es aquella que se elabora con conocimiento previo de lo que se quiere conquistar con ella: aumentar de pesodisminuir de masa corporal, o simplemente comer. Las preguntas básicas que se deben realizar son: ¿Qué deseo conseguir cambiando mi alimentación? ¿Qué cambiará en mi vida si tengo más energía, más salud y menos peso?

El tercer paso para lograr lo que algunos denominan como alimentación perfecta es responder lo siguiente: ¿En quién te tienes que convertir para seguir una alimentación perfecta?

El estado mental, la convicción personal, ayuda a lograr los objetivos de alimentación. La falta de confianza tiende a hacer que se escojan alimentos buenos, pero poco saludables.

Normalmente los desórdenes alimenticios surgen cuando las personas sufren de algún período de inestabilidad emocional.

Lo primordial es modificar la actitud. Si se cambia la alimentación, pero no se modifica la actitud de pensamientos, esto ocasionará a caer nuevamente en un proceso de consumo de alimentos inadecuados.