Ingerir de forma habitual la cáscara del limón fortalece el sistema inmunológico, pues previene problemas respiratorios e infecciones, además disminuye los síntomas de los resfriados y la gripe.
Asimismo, debido a su contenido de antioxidantes y fibra, posee un efecto rejuvenecedor que contribuye a mantener nuestra piel sana y reducir la aparición de arrugas. También, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, ya que permite mantener controlados los niveles de presión arterial.
Aunado a lo anterior, la cáscara del limón favorece el crecimiento y desarrollo de los huesos a cualquier edad, así como a prevenir enfermedades como la artritis o la osteoporosis, y evita la aparición de manchas en los dientes.
Además, es un aliado perfecto para las digestiones pesadas, pues ayuda a regular el tránsito intestinal y, por ende, a combatir problemas de estreñimiento. Igualmente, reduce la hinchazón abdominal, ya que facilita la expulsión de los gases intestinales, y tiene un efecto diurético, que favorece la eliminación de toxinas.
¿Cómo puedes consumir la cáscara de limón?
Incorporar la corteza del limón en tu menú es más sencillo de lo que parece, ya que es un ingrediente versátil que puede utilizarse tanto en preparaciones dulces como saladas. Toma nota:
- Repostería: Una de las formas más comunes de consumir esta parte del limón es en postres, especialmente, al incorporarla rallada para darle un exquisito toque aromático y cítrico a las tortas, bizcochos y cremas.
- Infusiones: Si te gustan los tés y las infusiones con un sabor cítrico, puedes añadirle un pedacito de corteza de limón a estas bebidas calientes, lo cual le dará un delicioso sabor y permitirá que aproveches todos sus beneficios.
- Aceite de oliva aromatizado: Otra alternativa para incorporar la cáscara del limón en la cocina es mezclándola en un recipiente con aceite de oliva. Solo debes dejar reposar esta mezcla por un mes aproximadamente para que el aceita absorba el sabor y aroma de la corteza de la fruta y puedas darles un toque especial y diferente a tus ensaladas.
- Limonadas: Para este tipo de preparaciones opta siempre por licuar la fruta con la cáscara, si bien dará un sabor un poco amargo a la bebida, esta es la mejor manera de disfrutar al 100% de las propiedades del limón.
- Deshidratada: La corteza del limón también se puede colocar a secar y almacenar en trozos, que posteriormente pueden ser utilizados de forma similar a las hojas de laurel, añadiéndolos a las preparaciones que cocines, como salsas, carnes y pollo. Recuerda retirar los trozos antes de servir.
Con información tomada de: Naranjas al Día
Fotos cortesía de: Versión Final, Respect Food y La Verdad Noticias