El principal objetivo de esta dieta es aumentar el consumo alimentos orgánicos y bajos en grasa, además de evitar los productos industrializados, ricos en sal y aditivos
químicos. La versión más restrictiva
de esta dieta es aquella en la que solo
se consumen líquidos; también
puede hacerse incluyendo el consumo de alimentos sólidos, siempre y
cuando estos sean bajos en grasa y azúcares y con un elevado
contenido de fibra.
Las dietas détox a base de zumos depurativos han
recuperado popularidad durante los
últimos años debido a sus efectos
visibles, tanto físicos como mentales. Las mezclas a base de ingredientes
orgánicos (frutas, verduras, cereales y superalimentos)
están especialmente recomendadas para limpiar
el organismo y eliminar toxinas -lo que genera un efecto cleansing-, a la vez que incrementan
la absorción de vitaminas y sustancias
antioxidantes.
Las toxinas entran
en nuestro cuerpo permanentemente, a través de la comida, de las bebidas
o, incluso, del aire que respiramos.
Nuestro organismo está preparado para eliminarlas a través del riñón, del hígado y de la piel.
Sin embargo, la velocidad y la cantidad que ingerimos hacen que estos
mecanismos no sean suficientes, lo que trae como consecuencia que las toxinas
se acumulen.
Esta acumulación tiene
muchos efectos negativos para el
organismo: desde dolores de cabeza, cansancio, falta de
energía y defensas bajas, hasta afecciones
más graves.
Podemos ayudar a nuestro organismo a eliminar las toxinas
de varias maneras:
- Reforzando los procesos naturales de desintoxicación a través del consumo de vitaminas
y enzimas.
- Dando un descanso a nuestros órganos,
por ejemplo, reduciendo las digestiones pesadas, para que el
sistema pueda dedicarse de manera eficiente a la eliminación de las
toxinas.
- Evitando alimentos que puedan causar ciertas intolerancias, como la comida chatarra y los alimentos procesados.