La planta de moringa es considerada un superalimento, debido a sus múltiples beneficios saludables, especialmente por sus propiedades antiinflamatorias, antihistamínicas y antibióticas.
Las hojas de moringa son ricas en vitamina A, B y C; minerales como el calcio, potasio, hierro y magnesio, y más de 40 antioxidantes, entre los que destacan: los carotenoides, la quercetina, los flavonoides y los polifenoles.
Esta planta, originaria de la India, tiene un agradable sabor picante y se puede utilizar tanto en guisos como en ensaladas. Además, es habitual encontrarlas trituradas, en cápsula o en polvo, para tomar como suplemento o para añadirla a batidos verdes y salsas.
Entre los beneficios que aporta el consumo de moringa a nuestra salud se encuentran:
- Aumenta la capacidad respiratoria: La ingesta de moringa puede ayudar a aliviar los síntomas y la severidad de los ataques de asma, al aumentar nuestra capacidad respiratoria.
- Previene la diabetes: Esta planta posee propiedades que contribuyen a regular el estrés oxidativo, lo que evita el daño que causan los radicales libres a las células y, a su vez, favorece la disminución de los niveles de azúcar en sangre.
- Protege el corazón: Al ser rica en fibras, el consumo de moringa podría evitar la absorción de colesterol en el intestino. Por su contenido de quercetina y polifenoles reduce la inflamación crónica, disminuyendo así el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
- Regula la presión arterial: Gracias a la presencia de polifenoles y flavonoides, la moringa ayuda a regular la presión arterial, pues aporta propiedades vasodilatadoras que favorecen la relación de los vasos sanguíneos y mejoran la circulación de la sangre.
- Favorece la pérdida de peso: Su contenido de fibras y proteínas aumenta la sensación de saciedad, disminuye el apetito y, por ende, reduce la cantidad de alimentos que son ingeridos.
- Ayuda a combatir la anemia: Las hojas de la moringa poseen una elevada cantidad de hierro y su consumo regular, coadyuva con el aumento de los glóbulos rojos y la hemoglobina, previniendo y combatiendo la anemia.
- Aumenta las defensas: Contiene sustancias antioxidantes como polifenoles, vitamina C y betacarotenos, los cuales estimulan el sistema inmune para combatir infecciones y microorganismos.
- Efecto antiinflamatorio y analgésico: Gracias a sus múltiples compuestos bioactivos, la moringa ayuda a reducir la inflamación en el organismo, aliviando síntomas de enfermedades como reumatismo, artrosis o la inflamación de la próstata.
- Hidrata la piel: Las vitaminas A, C y del complejo B que posee la moringa, favorecen la producción de colágeno y la cicatrización e hidratación de la piel, protegiéndola de los daños causados por los rayos UV.
- Mejorar la salud del sistema digestivo: Por su alto contenido en fibra, el consumo de moringa previene la formación de úlceras estomacales; así como a combatir el estreñimiento y las hemorroides.
¿Cómo preparar un té de moringa?
El té de moringa es la forma más popular para el consumo de esta planta, debido a que es rápido, fácil de preparar y se puede consumir a cualquier hora del día.
Ingredientes:
- 10 g (1 cucharada) de hojas de moringa.
- 250 ml de agua.
Preparación:
1. Coloca el agua en una olla a fuego medio hasta que hierva.
2. Agrega 1 cucharada de hojas de moringa.
3. Tapa y deja reposar durante 5 minutos.
4. Finalmente, cuela y bebe 2 tazas de té al día.
Con información de Tua Saúde y Cuerpo Mente
Fotos cortesía de Casa Piá, La Salmantina y El Confidencial