La preocupación por los estados de salud y niveles nutricionales pueden afectar la forma cómo el organismo asimila las dietas y optimiza su funcionamiento. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Stanford, aquellas personas que se concentran más en la parte negativa de la falta de ejercicio y de hábitos nutricionales no regulares podrían morir más rápido que aquellos que son más activos.
"Nuestros hallazgos están en la misma línea de varias investigaciones que sugieren que nuestra mentalidad. En este caso, las creencias acerca de cuánto ejercicio estamos haciendo en relación con otros puede jugar un papel crucial en nuestra salud", aseguró una de las autoras de la investigación, Alia Crum.
Los investigadores estudiaron un total de 60 mil encuestas aplicadas a personas entre los 23 y 45 años de edad estadounidense. En el instrumento se les preguntó por la actividad física, sus antecedentes personales y su estado de salud desde hace dos décadas. La investigación de la Universidad de Stanford se centró en una sola pregunta: ¿dirías que eres físicamente más activo, menos activo o tan activo como otras personas de tu edad?
La especialista sentenció que “la forma de pensar y las percepciones” influyen considerablemente en el estado de salud y en la forma en cómo se asimilan los alimentos en el cuerpo humano. Es por ello que recomendó que las personas perciban positivamente cualquier tipo de actividad para obtener resultados en consonancia con lo que se percibe y se espera de los resultados.
"Los efectos placebo son muy robustos en la medicina. Es lógico esperar que desempeñen un papel en la formación de los beneficios de la salud del comportamiento, así", explicó.
"Nuestros hallazgos están en la misma línea de varias investigaciones que sugieren que nuestra mentalidad. En este caso, las creencias acerca de cuánto ejercicio estamos haciendo en relación con otros puede jugar un papel crucial en nuestra salud", aseguró una de las autoras de la investigación, Alia Crum.
Los investigadores estudiaron un total de 60 mil encuestas aplicadas a personas entre los 23 y 45 años de edad estadounidense. En el instrumento se les preguntó por la actividad física, sus antecedentes personales y su estado de salud desde hace dos décadas. La investigación de la Universidad de Stanford se centró en una sola pregunta: ¿dirías que eres físicamente más activo, menos activo o tan activo como otras personas de tu edad?
“Luego, a partir de las respuestas, los registros de la condición física y los registros de muerte de los participantes se pudo determinar que las personas que creían que eran menos activas que otras tenían hasta un 71 por ciento de riesgo de morir que aquellos que pensaban que eran más activos físicamente”, comentó Crum.
La especialista sentenció que “la forma de pensar y las percepciones” influyen considerablemente en el estado de salud y en la forma en cómo se asimilan los alimentos en el cuerpo humano. Es por ello que recomendó que las personas perciban positivamente cualquier tipo de actividad para obtener resultados en consonancia con lo que se percibe y se espera de los resultados.
"Los efectos placebo son muy robustos en la medicina. Es lógico esperar que desempeñen un papel en la formación de los beneficios de la salud del comportamiento, así", explicó.