María Eugenia Baptista Zacarías: Los calambres y cómo prevenirlos

Los espasmos musculares o calambres son contracciones de los músculos que generan un profundo dolor. Si bien, generalmente se presentan en los músculos de las piernas y la espalda, es posible que se produzcan en cualquier otra parte del cuerpo. 

Las razones que originan un espasmo muscular son diversas y pueden ir desde la falta de líquido e hidratación en el organismo, hasta algún tipo de lesión, alteraciones electrolíticas, trastornos neurológicos y metabólicos o el consumo de fármacos.

Afortunadamente, hay determinados movimientos y recomendaciones que nos pueden ayudar al momento de sufrir un calambre para aliviar el dolor.

1. Cuando comiences a sentir el espasmo, es fundamental que detengas lo que estés haciendo. Aunque no suelen durar mucho tiempo, pueden llegar a ser realmente molestos y más si aún sigues en la misma posición o en movimiento.

2.  Respira profundo y masajea suavemente la zona afectada para que el músculo se relaje y aumente la circulación.

3.  Aplica compresas frías o calientes en la zona afectada por el espasmo. Recuerda que el calor se usa para relajar los músculos, mientras que el frío se utiliza para calmar el dolor o la hinchazón.

¿Cómo prevenir los calambres musculares?

Para evitar la aparición de calambres o espasmos, te invito a seguir estos sencillos consejos:

  • Procura estirar tus músculos con frecuencia. Además, si eres de las personas que sufre calambres en las piernas por la noche, acostúmbrate a hacer estiramientos de los músculos de las piernas antes de acostarte.
  • Bebe muchos líquidos, sobre todo si haces deportes o alguna actividad física intensa o si estás expuesto a mucho calor.
  • Si vas a realizar ejercicios o algún deporte es conveniente que lo hagas de forma progresiva para que el cuerpo pueda acostumbrarse al incremento de intensidad. Además, es imprescindible que lleves el equipamiento adecuado, bien sea los zapatos o la ropa específica para la actividad física que quieras ejecutar.
  • Es necesario que estires antes y después de ejercitarte. Esta práctica, además de evitar la aparición de calambres, también reduce las posibilidades de padecer alguna lesión.
  • Duerme las horas necesarias para que los músculos y todo el cuerpo en general se relajen, reduciendo así los calambres durante el día.
  • Los alimentos ricos en vitaminas y minerales reducen los calambres, por ello, lo recomendable es llevar una dieta sana y equilibrada a base de frutas, verduras y cereales para evitar sufrir de molestos espasmos. 
  • Ahora bien, en el caso de que los calambres sean demasiado frecuentes y no disminuyan, lo más recomendable es acudir a un médico, pues puede tratarse de un padecimiento más serio.


Con información de Mejor con SaludMapfre y Sanitas

Fotos cortesía de Diario FemeninoFreepik y Pixabay