María Eugenia Baptista Zacarias: Tips para seguir una dieta equilibrada

Los principios de una vida sana pasan por una buena alimentación, incluyendo alimentos sanos, orgánicos y ricos en nutrientes.

Es importante que la dieta sea variada, pues cada alimento nos aporta unos nutrientes concretos, beneficiosos e imprescindibles para nuestro cuerpo.

Comer saludablemente repercutirá en la salud de nuestro organismo. Por ello, no vamos a dejar pasar la oportunidad de darte una serie de consejos que te pueden ayudar a mantener una dieta sana

Y la frase "soy lo que como” es totalmente cierta porque nos olvidamos de que al comer nuestro organismo sufre una serie de cambios y debemos intentar que éstos sean positivos.

La dieta equilibrada por excelencia es la dieta mediterránea, basada en una alimentación variada, rica en vegetales y frutas, hidratos de carbono, lácteos y derivados, carne y pescado, todo ello aderezado con aceite de oliva.

Esta popular dieta, propia de los países del arco mediterráneo pero extendida cada vez por más zonas, demuestra que llevar una alimentación sana no riñe con la variedad.

Consejos para seguir una dieta equilibrada

Es esencial que tu dieta, para empezar en el gimnasio o iniciarte en un deporte en concreto, o para tu día a día, sea variada y equilibrada. 

Aquí tienes una serie de consejos que debes tomar en cuenta para llevar una dieta equilibrada:
  • Evita el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares.
  • Al escoger la carne es recomendable que sean cortes magros, es decir, con bajo contenido en grasa y preferiblemente carnes blancas y rojas, como la ternera o la pechuga.
  • El pescado, preferiblemente a la plancha o al horno, tiene que ser habitual en tu alimentación, ya que aporta muchos beneficios al organismo, incluyendo omega 3.
  • La fruta es esencial y se recomiendan al menos dos raciones de ella a lo largo del día. Evita en lo posible los jugos procesados.
  • La verdura es otro alimento que no debe faltar en tu dieta y se recomienda comer todos los días una ración, preferiblemente cruda y fresca.
  • No olvides los cereales como la avena, la cebada, el trigo en grano, o las legumbres, como las lentejas o los garbanzos, que son fuente de hidratos de carbono y fibra.
  • Reduce el consumo de alimentos ahumados o en conserva, los alimentos precocidos o la repostería.