Los padres de adolescentes tienen doble reto, proporcionar una alimentación sana y balanceada a sus hijos y enfrentarse a la preocupación que los jóvenes sobre su apariencia y condición estética, la mayoría basa sus exigencia en el entorno social, pero ¿cómo motivar a una persona que atraviesa por cambios físicos, hormonales y psicológicos a consumir una dieta equilibrada? la respuesta está en el tipo de preparación de los alimentos.
Las comidas de los adolescentes deben ser variadas y nutritivas, es así como se debe cumplir con las tres comidas: desayuno, almuerzo y cena, esto acompañado de ingestas menores a media mañana y a media tarde (meriendas).
Al menos 50% de los alimentos que consume un adolescente deben proceder de nutrientes. Se deben evitar alimentos ricos en azúcares refinados como dulces, golosinas, lácteos azucarados, refrescos, o jugos procesados de manera industrial. Lo recomendable es mantener una hidratación con es agua y en ocasiones combinar con jugos naturales sin azúcar.
Otro aspecto que debe ser eliminado de la dieta de los adolescentes son las grasas trans, en consecuencia, las frituras, comida rápida, snacks no son compatibles con una nutrición balanceada.Desayuno: Es el primer alimento del día, por lo tanto el más importante. En las raciones de comida puede prepararse platos como:
- Avena
- Yogurt
- Cereales
- Panquecas
- Sándwich con jamón de pavo o pollo y queso
- Arepas
La carne roja es una buena fuente de hierro, pero su consumo debe limitarse a 1-2 veces por semana, debido a que la digestión de este tipo de alimentos es más lenta. El arroz y las pastas deben servirse de manera variada y en pequeñas raciones.
Cenas: Debe ser una comida ligera: pollo a la plancha, ensaladas verdes, cereales o cremas.
Generar hábitos alimenticios sanos no es tan difícil, la creatividad determinará la variación de los alimentos y el éxito de las dietas.