María Eugenia Baptista Zacarías: evita mezclar alimentos

No todas las personas pueden consumir lo mismo, porque cada organismo es diferente y el proceso de digestión también lo es. Lo que a ti pueda resultarte inofensivo, para otro podría ser peligroso. 

Un ejemplo de ello es mezclar comidas muy grasosas con alcohol, pues es probable que te produzca algunos problemas como una pancreatitis y poner en riesgo tu vida. 

Lo que muchos no saben es que mezclar las comidas muy secas con las acuosas, las frescas con las recalentadas o los alimentos calientes con fríos podrían incrementar la incompatibilidad.

¡Mucha precaución!

Cada vez que consumes los alimentos, le aportas a tu organismo todos los nutrientes necesarios para mantenerte saludable, pero debes tener una dieta lo más equilibrada posible, pues existen suplementos alimenticios que contienen propiedades que no pueden mezclarse entre sí. Combinarlos no es algo que está establecido en una directriz de nutrición porque dependerá de la condición de la persona y la edad. Así que evita:
  • Leche. Al mezclarla con frutas cítricas te producirá problemas digestivos.
  • Espinacas con queso. Contienen sustancias conocidas como oxalatos que impiden que el organismo absorba correctamente el calcio. Por ello, no debe unirse con otros lácteos.
  • Ricos en magnesio. Junto con los cereales y refrescos impiden que este elemento químico se absorba bien por su contenido de fosfato.
  • Frutas. Las dulces con las ácidas podrían producir una reacción química que altere el comportamiento habitual del cuerpo.


Tiempo de digestión

Una correcta alimentación proporcionará los nutrientes necesarios para un buen rendimiento físico; por eso, evita comer de manera desordenada o desbalanceada. Dependiendo de la índole de la dieta (volumen y tipo) es el período que tardará. El estómago, normalmente, se vacía al cabo de unas 4 horas. Cuando los carbohidratos se consumen solos, salen del estómago rápidamente, seguidas de las proteínas, grasas y alimentos con fibra. Así que mastica tus alimentos varias veces y come solo cuando tengas hambre.


Duerme lo necesario

Si bien es cierto, sabemos que existen trabajos con muchas exigencias, además de las responsabilidades familiares que asumes y que no te dejan respirar, haciendo que estés en constante movimiento. 

Sin embargo, no debes olvidar que tu cuerpo necesita descansar para recargar energías. Si no te dedicas unas horas serás propenso a padecer algunas enfermedades producto del estrés continuo al cual estás sometido. Por ello, lo ideal es realizar entre siete a ocho horas de sueño profundo nocturno y una pequeña siesta de 23-30 minutos después de almorzar.