Una dieta equilibrada, es una de las piezas claves para la estimulación de nuestras funciones intelectuales y capacidad de aprendizaje.
Es por ello que a continuación te traemos algunas recomendaciones alimenticias que te ayudaran a garantizar el consumo de vitaminas, minerales y demás elementos necesarios para preservar tu memoria:
- Granos y cereales integrales: Estos alimentos benefician la memoria gracias a su contenido de ácido fólico y vitamina B6, los cuales fortalecen y estimulan el funcionamiento de nuestro cerebro.
- Alimentos con omega 3: La sardina, trucha, atún, mariscos, frutos secos, soya y los aceites vegetales como el de oliva contienen este tipo de ácido graso, el cual potencia la salud cerebral y funciona como una capa protectora de las membranas de las células del cerebro.
- Vegetales verdes: El brócoli, las coles de bruselas y las espinacas poseen vitaminas A y B, además de luteína y ácido fólico, sustancias que previenen el deterioro de nuestro cerebro producido por el envejecimiento, mejorando así el rendimiento mental. Además, contienen antioxidantes como flavonoides y sulforafanos, los cuales tienen propiedades neuroprotectoras y anticancerígenas.
- Frutas: En especial los frutos rojos, como los arándanos, pues son ricos en vitamina C, ácido fólico, minerales y antioxidantes que los conviertes en aliados perfectos para mantener nuestra memoria saludable. Asimismo, contienen flavonoides y los polifenoles que retrasan las enfermedades degenerativas.
- Chocolate negro: Una dosis diaria de chocolate negro (70% de cacao) es ampliamente recomendado para nuestro cerebro, gracias a su alto contenido de antioxidantes, sobre todo sus flavonoides. Eso sí, fíjate en la etiqueta, procura que no contenga demasiadas grasas saturadas o azúcares añadidos, y que tenga un alto porcentaje de sólidos de cacao y no de manteca de cacao.
- Agua: El cerebro contiene más concentración de agua que el resto del cuerpo, por ello es vital consumir suficiente líquido para mantenerlo hidratado y en óptimo funcionamiento. Algunos estudios han revelado que la deshidratación hace nuestras capacidades cognitivas más lentas y, por ende, nos dificulta recordar, tomar decisiones o concentrarnos. Ingerir suficiente agua, así como té verde, infusiones, zumos o caldos nos ayudará a evitar este problema.
Con información de https://bit.ly/3hc9fZA
Fotos cortesía de: Vix y Agrotendencia.